2. Imaginar situaciones de calma. Para lograr esto se debe visualizar un paisaje en calma, como un atardecer desde una montaña, una playa paradisíaca o un atardecer visto desde las montañas. Imagínate a ti misma en ese entorno y trata de visualizar todos los detalles: el olor, los colores, las sensaciones placenteras y armoniosas, etc.
3. Auto masajearse. Para calmar el estrés, los expertos recomiendan masajearse la palma de una mano con el pulgar de la otra, con suaves movimientos circulares. Si tienes la posibilidad de ponerte en manos de expertos, el resultado será mucho mejor.
5. Tomar un baño relajante. Desconecta durante 15 minutos del mundo y llena la bañera con agua a unos 30 grados. Acompáñala de aceites esenciales de romero o labanda y encienda algunas velas aromáticas. Si además pones alguna música relajante o escuchas el sonido del agua al caer conseguirás llegar a un estado de total tranquilidad. Es el mejor final para un duro día de trabajo
6. El café, descafeinado. Es importante tratar de estimular al cuerpo con sus hormonas correspondientes y no hacerlo a través de compuestos ajenos a éste. La cafeína, ya sea en el propio café o en los refrescos te mantiene activa, pero no ayuda a tu cuerpo a estar en armonía consigo mismo.
7. La importancia de la sexualidad. Uno de los mejores ejercicios para aumentar los niveles de endorfinas es el sexo. Sitúalo en los primeros puestos de tu lista de prioridades y conseguirás que las endorfinas se conviertan en tus aliadas a la hora de relajarte.
8. Disfrutar del aire libre. Aunque suene a tópico, la pureza del aire libreayuda a respirar más profundamente, por lo que un paseo ligero contribuye a mejorar la circulación y la forma física. Así mismo, la luz del sol y los paisajes naturales previenen la depresión.
9. La música. Numerosos estudios han comprobado que una música que despierte emociones positivas y agradables puede reducir la frecuencia cardiaca y la tensión arterial, y aumentar los niveles de endorfinas. Una vez más, disfruta de tu música favorita y verás como la felicidad acude por sí misma.
10. Valora las pequeñas cosas. Vive con intensidad las cosas que disfrutas a diario, ya sea un trozo de chocolate, el tacto y color de una tela, abrazar a un hijo o besar a tu pareja. Si pones toda tu atención en ese hecho concreto que te aporta felicidad y serenidad, lograrás que perdure por más tiempo en tu memoria y que se convierta en motor importante de tu vida. Además concentrar la mente en algo concreto es sinónimo de relajación, si haces algo con la mente en otro sitio, primero no disfrutas de ese instante y segundo consigues disiparte, lo que provoca estrés.
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